Me gusta las mujeres fuertes.
Y por fin, después de haber sido náufraga espacial, miembro honorario de una tribu primitiva, la esclava más cara del universo conocido, de tener que ejercer la profesión más antigua del mundo, y de ser rescatada por una intrépida tripulación de buscadores de tesoros, Tashiko se encuentra a sí misma, al trazar su camino para enfrentarse al guardaespaldas invencible...
Esta ilustración muestra los peligros a los que Tashiko se enfrenta en el capítulo añadido del que ya hablé en una de las primeras entradas de este blog. Tashiko ya está lista para la aventura, para abrazar su verdadera vocación. Por fin dejó atrás su antiguo "yo", a la niña malcriada y superficial. Por fin, Tashiko se ha convertido en una mujer fuerte...
¿Y os preguntaréis por qué insisto tanto en que haya personajes femeninos fuertes en mis obras? Quizá sea porque me he criado rodeado por mujeres fuertes. O porque estoy muy concienciado con el actual movimiento del 8-M. O porque sí la creo (ya sabéis a quién me refiero). Pero lo cierto es que he de confesar, por muy irónico que pueda aparecer, las mujeres fuertes son las que más protagonizan mis fantasías eróticas más recurrentes.
Para empezar, una mujer fuerte es sexualmente activa. Se aparea con quien quiera y cuando quiera, sin tener que das explicaciones a nadie, ni sentir luego arrepentimiento alguno, o tener complejo de que la tachen de furcia. ¡Es su cuerpo y ella decide qué hacer con él! Además, puede que sea la única manera de que un hombre de hoy en día pueda tener sexo sin verse luego metido en malos entendidos. Una mujer fuerte busca el momento y se lanza a ello. Nunca se queda paralizada de miedo cuando quiere decir que no. Con una mujer fuerte, no hay verdades ocultas. Es sí o no.
Segundo punto y más importante que el anterior apartado. Una mujer fuerte es más divertida fuera de la cama. Es decir, que no es el típico objeto de deseo que solamente sirve para acostarse con ella o para realizar tareas domésticas. Vale para mucho más y ella lo sabe. Una mujer fuerte es una aventurera, alguien que se enfrenta al mundo, que no se arruga ante nada. Incluso es alguien que tiene cosas interesantes de las que conversar. Por estas razones, las mujeres fuertes son las mejores esposas o compañeras. No te aburres con ellas.
Y tercer punto, mucho más importante que las dos anteriores. Las mujeres fuertes son las mejores madres. Entiendo que muchas mujeres solamente se vuelvan fuertes después del nacimiento de su primer hijo. De pronto, advierten que son capaces de matar a cualquiera con tal de protegerlo. Pero una mujer fuerte ya es capaz de eso y de mucho más antes de su primer parto. Son protectoras de sus seres queridos y harán lo que sea para defenderlos. Además, que haya mujeres-madres más fuertes evita la extinción de la especie humana.
Y a grandes rasgos, estas son las tres principales razones por las que me gustan las mujeres fuertes y aparecen con tanta frecuencia en mis obras.
Os dejo esta canción de Two Steps from Hell, con Mikasa, de "Ataque a los Titantes" de protagonista. Es curioso, como siendo la sociedad japonesa tan misógina (o puede que precisamente por ello), tenga una industria audiovisual capaz de generar tantos personajes femeninos fuertes.
Y si quieren saber qué va a hacer al final Tashiko con su vocación de aventurera interestelar, lean "La odisea de Tashiko", publicada por Ediciones Atlantis y escrita por un humilde servidor, Eugenio Piñeiro Mejuto.
Esta ilustración muestra los peligros a los que Tashiko se enfrenta en el capítulo añadido del que ya hablé en una de las primeras entradas de este blog. Tashiko ya está lista para la aventura, para abrazar su verdadera vocación. Por fin dejó atrás su antiguo "yo", a la niña malcriada y superficial. Por fin, Tashiko se ha convertido en una mujer fuerte...
¿Y os preguntaréis por qué insisto tanto en que haya personajes femeninos fuertes en mis obras? Quizá sea porque me he criado rodeado por mujeres fuertes. O porque estoy muy concienciado con el actual movimiento del 8-M. O porque sí la creo (ya sabéis a quién me refiero). Pero lo cierto es que he de confesar, por muy irónico que pueda aparecer, las mujeres fuertes son las que más protagonizan mis fantasías eróticas más recurrentes.
Para empezar, una mujer fuerte es sexualmente activa. Se aparea con quien quiera y cuando quiera, sin tener que das explicaciones a nadie, ni sentir luego arrepentimiento alguno, o tener complejo de que la tachen de furcia. ¡Es su cuerpo y ella decide qué hacer con él! Además, puede que sea la única manera de que un hombre de hoy en día pueda tener sexo sin verse luego metido en malos entendidos. Una mujer fuerte busca el momento y se lanza a ello. Nunca se queda paralizada de miedo cuando quiere decir que no. Con una mujer fuerte, no hay verdades ocultas. Es sí o no.
Segundo punto y más importante que el anterior apartado. Una mujer fuerte es más divertida fuera de la cama. Es decir, que no es el típico objeto de deseo que solamente sirve para acostarse con ella o para realizar tareas domésticas. Vale para mucho más y ella lo sabe. Una mujer fuerte es una aventurera, alguien que se enfrenta al mundo, que no se arruga ante nada. Incluso es alguien que tiene cosas interesantes de las que conversar. Por estas razones, las mujeres fuertes son las mejores esposas o compañeras. No te aburres con ellas.
Y tercer punto, mucho más importante que las dos anteriores. Las mujeres fuertes son las mejores madres. Entiendo que muchas mujeres solamente se vuelvan fuertes después del nacimiento de su primer hijo. De pronto, advierten que son capaces de matar a cualquiera con tal de protegerlo. Pero una mujer fuerte ya es capaz de eso y de mucho más antes de su primer parto. Son protectoras de sus seres queridos y harán lo que sea para defenderlos. Además, que haya mujeres-madres más fuertes evita la extinción de la especie humana.
Y a grandes rasgos, estas son las tres principales razones por las que me gustan las mujeres fuertes y aparecen con tanta frecuencia en mis obras.
Os dejo esta canción de Two Steps from Hell, con Mikasa, de "Ataque a los Titantes" de protagonista. Es curioso, como siendo la sociedad japonesa tan misógina (o puede que precisamente por ello), tenga una industria audiovisual capaz de generar tantos personajes femeninos fuertes.
Y si quieren saber qué va a hacer al final Tashiko con su vocación de aventurera interestelar, lean "La odisea de Tashiko", publicada por Ediciones Atlantis y escrita por un humilde servidor, Eugenio Piñeiro Mejuto.
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