Long John Sivler + capitán Garfio.
Con esta sencilla fórmula matemática, creé a uno de los personajes más interesantes que a aparecen en "La odisea de Tashiko". El capitán Pinza es el primer gran enemigo con el que se enfrenta Tashiko en su viaje iniciático.
La ilustración hace referencia a la cena que el propio capitán Pinza concierta con Tashiko para poder tentarla y engañarla. En realidad, es la segunda vez que Tashiko se enfrenta al capitán Pinza y a su nave, pero es la primera en que se ven cara a cara, sin la mediación de un dispositivo de comunicación.
También es la primera vez en que la ciudadana perdida de la Coalición de Planetas-Estados se carea con otro ser humano de otra civilización. Educada en una ideal y perfecta utopía, que ya he descrito en anteriores entradas, Tashiko advierte los defectos del capitán Pinza. Su sobrepeso, su ansia por acumular tesoros, su enfermiza obsesión con el dinero...
Es en este momento, cuando Tashiko afianza su misantropía, cuando por fin tiene conciencia de que no todos los seres humanos dispersos por el espacio son tan buenos y justos como sus compatriotas de la Coalición. Mientras el capitán Pinza intenta encandilar a Tashiko para "protegerla" y llevarla en las mejores condiciones posibles, para poder vender a la chica de la Coalición en un mercado de esclavos, Tashiko se horroriza ante los comentarios despectivos que el capitán Pinza formula sobre las demás formas de vida del universo. En un momento dado, al advertir que ese pirata está convencido de que puede disponer de todo lo que está al alcance de su pinza como si fuera suyo, Tashiko estalla por fin de ira y le llama horrible. Es entonces cuando el capitán Pinza pierde la compostura diplomática y replica con un discurso tan revelador como terrorífico, en la que Tashiko descubre cómo es la cruda realidad para los seres humanos que viven fuera de las fronteras de la Coalición:
¡Es usted la que no se da cuenta de lo horrible que es su Coalición! ¡Claro! ¡Supongo que cuando una se cría dentro de la Coalición, lo da todo por hecho! ¡Pero es fuera de la Coalición, donde la vida es dura! ¡¿Cree usted que yo nací siendo capitán?! ¡Yo no tuve la suerte de mi hija! ¡Ella heredará esta nave cuando yo muera! ¡Pero yo, tuve que empezar de cero! ¡No sé quiénes son mis padres! ¡Me crié en las calles! ¡Tuve que comer mierda para sobrevivir! ¡Puedo afirmar que estoy vivo de milagro! ¡Tuve que aceptar trabajos mal pagados y degradantes para poder comer caliente! ¡Mi vida mejoró en el instante en el que me alisté en la Gargantúa, bajo las órdenes del antiguo Capitán! ¡Empecé siendo un grumete! ¡Me costó sudor y lágrimas llegar hasta aquí! ¡Sí, cometí crímenes atroces! ¡Hice cosas que no podrías imaginar! ¡Y por fin, cuando encuentro una buena oportunidad para hacer negocio, una niñata pija de la Coalición va a decirme que todo lo que hago es horrible! ¡Si cree que soy horrible, la dejaré tirada en una de las calles de una megaciudad de la Unión Comercial! ¡Ya veremos entonces, cuánto sobrevive usted, sin convertirse en alguien horrible!
Claro está, que este discurso supuso un jarro de agua fría para Tashiko... Y si quieren saber más sobre las aventuras de Tashiko, o sobre el capitán Pinza, lean mi novela; "La odisea de Tashiko", de Eugenio Piñeiro Mejuto, publicada por Ediciones Atlantis.
La ilustración hace referencia a la cena que el propio capitán Pinza concierta con Tashiko para poder tentarla y engañarla. En realidad, es la segunda vez que Tashiko se enfrenta al capitán Pinza y a su nave, pero es la primera en que se ven cara a cara, sin la mediación de un dispositivo de comunicación.
También es la primera vez en que la ciudadana perdida de la Coalición de Planetas-Estados se carea con otro ser humano de otra civilización. Educada en una ideal y perfecta utopía, que ya he descrito en anteriores entradas, Tashiko advierte los defectos del capitán Pinza. Su sobrepeso, su ansia por acumular tesoros, su enfermiza obsesión con el dinero...
Es en este momento, cuando Tashiko afianza su misantropía, cuando por fin tiene conciencia de que no todos los seres humanos dispersos por el espacio son tan buenos y justos como sus compatriotas de la Coalición. Mientras el capitán Pinza intenta encandilar a Tashiko para "protegerla" y llevarla en las mejores condiciones posibles, para poder vender a la chica de la Coalición en un mercado de esclavos, Tashiko se horroriza ante los comentarios despectivos que el capitán Pinza formula sobre las demás formas de vida del universo. En un momento dado, al advertir que ese pirata está convencido de que puede disponer de todo lo que está al alcance de su pinza como si fuera suyo, Tashiko estalla por fin de ira y le llama horrible. Es entonces cuando el capitán Pinza pierde la compostura diplomática y replica con un discurso tan revelador como terrorífico, en la que Tashiko descubre cómo es la cruda realidad para los seres humanos que viven fuera de las fronteras de la Coalición:
¡Es usted la que no se da cuenta de lo horrible que es su Coalición! ¡Claro! ¡Supongo que cuando una se cría dentro de la Coalición, lo da todo por hecho! ¡Pero es fuera de la Coalición, donde la vida es dura! ¡¿Cree usted que yo nací siendo capitán?! ¡Yo no tuve la suerte de mi hija! ¡Ella heredará esta nave cuando yo muera! ¡Pero yo, tuve que empezar de cero! ¡No sé quiénes son mis padres! ¡Me crié en las calles! ¡Tuve que comer mierda para sobrevivir! ¡Puedo afirmar que estoy vivo de milagro! ¡Tuve que aceptar trabajos mal pagados y degradantes para poder comer caliente! ¡Mi vida mejoró en el instante en el que me alisté en la Gargantúa, bajo las órdenes del antiguo Capitán! ¡Empecé siendo un grumete! ¡Me costó sudor y lágrimas llegar hasta aquí! ¡Sí, cometí crímenes atroces! ¡Hice cosas que no podrías imaginar! ¡Y por fin, cuando encuentro una buena oportunidad para hacer negocio, una niñata pija de la Coalición va a decirme que todo lo que hago es horrible! ¡Si cree que soy horrible, la dejaré tirada en una de las calles de una megaciudad de la Unión Comercial! ¡Ya veremos entonces, cuánto sobrevive usted, sin convertirse en alguien horrible!
Claro está, que este discurso supuso un jarro de agua fría para Tashiko... Y si quieren saber más sobre las aventuras de Tashiko, o sobre el capitán Pinza, lean mi novela; "La odisea de Tashiko", de Eugenio Piñeiro Mejuto, publicada por Ediciones Atlantis.
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