El capítulo añadido.
Es la primera vez que me pasa, y puede que no sea la última.
Como ya comenté en otros bolgs, cuando escribo mis historias, empiezo por plasmarlas en libretas. Al escribir así, con bolígrafo sobre papel, se crea una relación orgánica y visceral entre el autor y su obra. Las ideas fluyen con mayor facilidad y el relato se va desarrollando de una manera natural.
Cuando escribí "La odisea de Tashiko", también me valí de este método de trabajo; escribir en libreta antes de pasar la obra a limpio, a través del ordenador. Y cuando terminé de hacer la parte de la libreta, repasé el relato, para comprobar que la historia funcionaba.
Fue entonces cuando me dí cuenta de que la historia cojeaba. Faltaba algo que debería estar allí. Porque cuando me embarqué a escribir las andanzas de Tashiko, pretendía narrar las evoluciones de esta chica inútil y pija, convirtiéndose en una heroína de acción. Pero en el manuscrito original, el capítulo, en el que Tashiko demuestra ser una guerrera invencible, estaba demasiado resumido. Me refiero a un episodio en el que Tashiko entra en un rascacielos y sube hasta la azotea para enfrentarse a una bestia invencible. Cuando releí esta parte en el manuscrito original, me pareció que no lo contaba con el detalle que se merece.
No, tenía que demostrar que Tashiko Rómulo Kapoulos, esa pija inútil, ya se había convertido en una auténtica heroína de acción. Así que al final, decidí escribir un nuevo capítulo, en el que narraba las hazañas de Tashiko ascendiendo por el dichoso rascacielos piso por piso, enfrentándose en cada nivel con un adversario más peligroso que el anterior. Lo hace emulando a Bruce Lee en "Jugando con la muerte", o a Son Gokuh, cuando asaltó la Torre de Hierro del ejército del general Red.
Y así surgió el capítulo más trepidante de la novela. Y una vez escrito e integrado en la estructura original de la novela, me quedé satisfecho con cómo quedó.
"La odisea de Tashiko" ya estaba lista para ser leída.
Como ya comenté en otros bolgs, cuando escribo mis historias, empiezo por plasmarlas en libretas. Al escribir así, con bolígrafo sobre papel, se crea una relación orgánica y visceral entre el autor y su obra. Las ideas fluyen con mayor facilidad y el relato se va desarrollando de una manera natural.
Cuando escribí "La odisea de Tashiko", también me valí de este método de trabajo; escribir en libreta antes de pasar la obra a limpio, a través del ordenador. Y cuando terminé de hacer la parte de la libreta, repasé el relato, para comprobar que la historia funcionaba.
Fue entonces cuando me dí cuenta de que la historia cojeaba. Faltaba algo que debería estar allí. Porque cuando me embarqué a escribir las andanzas de Tashiko, pretendía narrar las evoluciones de esta chica inútil y pija, convirtiéndose en una heroína de acción. Pero en el manuscrito original, el capítulo, en el que Tashiko demuestra ser una guerrera invencible, estaba demasiado resumido. Me refiero a un episodio en el que Tashiko entra en un rascacielos y sube hasta la azotea para enfrentarse a una bestia invencible. Cuando releí esta parte en el manuscrito original, me pareció que no lo contaba con el detalle que se merece.
No, tenía que demostrar que Tashiko Rómulo Kapoulos, esa pija inútil, ya se había convertido en una auténtica heroína de acción. Así que al final, decidí escribir un nuevo capítulo, en el que narraba las hazañas de Tashiko ascendiendo por el dichoso rascacielos piso por piso, enfrentándose en cada nivel con un adversario más peligroso que el anterior. Lo hace emulando a Bruce Lee en "Jugando con la muerte", o a Son Gokuh, cuando asaltó la Torre de Hierro del ejército del general Red.
Y así surgió el capítulo más trepidante de la novela. Y una vez escrito e integrado en la estructura original de la novela, me quedé satisfecho con cómo quedó.
"La odisea de Tashiko" ya estaba lista para ser leída.
Comentarios
Publicar un comentario